Race Report – Maratón de Boston 2025
Antes de correr este maratón, pregunté por detalles y consejos a todas las personas que lo habían corrido (y que quizás estén leyendo esto jeje). Quería saber sus experiencias y si realmente era tan difícil como decían. Recuerdo muchos de los consejos que me dieron, pero sobre todo el que decía: “Los 10 primeros kilómetros tienes que ir controlados porque si te apuras al final te pasará la cuenta”.
Pero nadie me advirtió sobre la sorpresa que me esperaba en el kilómetro uno: una subida inesperada que me dejó sin aliento y preguntándome: «¿Y esto de dónde salió?».
Algo que podría recomendar es que, si eres alérgico al polen, lo debes tener muy presente. A mí, me afectó, y tuve que buscar antialérgicos por las farmacias cercanas a donde me estaba hospedando.
El día de la carrera, el clima estaba perfecto para correr. Día despejado. Había sol, pero no quemaba, así que era necesaria mucha hidratación.
Otro aspecto del que me hablaron, y que, sí o sí era un factor de motivación extra, era referente a la energía que te entrega la multitud que se agolpa en las calles a ver a los maratonistas (todos, no sólo los Elite).
Los niños fueron especialmente motivadores. Toqué la mano de cada uno que me quiso dar su energía. Sonreí y agradecí cada grito de aliento junto a mi nombre, me tomé selfies, grabé a los chicos que regalan cervezas, a los que estaban haciendo sus asados, a los marines y sus pull-up (obvio), los lagos, el letrero de la rompe corazones, no alcancé a grabar a las chicas gritonas porque se bloqueó mi teléfono lamentablemente por la emoción.
No les voy a mentir. En la última parte no lo pasé bien, costó mucho, pero me esforcé lo más que pude para no bajar el ritmo. Ahí me di cuenta que los que decían que este circuito era muy exigente, estaban en lo cierto.
Los últimos kilómetros se transformaron en los más duros. Pero a su vez en los más significativos.
Luego de cruzar la meta, me emocioné mucho. Recordé a todos los que me apoyaron a la distancia, los arduos entrenamientos y todos los sacrificios que tuve que realizar para hacer realidad este sueño.
Siento que con toda esta experiencia en Boston me llevo muchas enseñanzas. Me llevo una gratificación inmensa. Me llevo conmigo la medalla más linda que he podido ganar, más allá de podios o premiaciones.
Porque más que la medalla de una carrera, me llevo conmigo un símbolo que me hizo recordar que, a veces, lo que realmente importa no es el puesto que ocupas, sino el esfuerzo que pones y la alegría que sientes al cruzar la meta.
Patricia Sandoval
Fecha de la carrera: Lunes 21 de abril de 2025