¿Sabor metálico después de esfuerzo intenso? ¿Ganas de vomitar después de un remate final? Estos y otros síntomas son señales de que algo está sucediendo y tu cuerpo intenta avisarte. Acá te explicamos a qué se deben estos y otros 7 signos comunes en la práctica del running:
- Sabor Metálico
Típico después de intervalos de esfuerzos brutales, como esos intervalos de 400 metros a full o un test de Cooper a tope. Da cuenta que estás rompiendo glóbulos rojos en la sangre (células altas en contenido ferroso).
- Sudor con olor a amoniaco
En ocasiones sucede tras esfuerzos intensos y prolongados. Es un signo de que estás ocupando proteínas musculares como combustible, y tus riñones no son capaces de limpiar sus subproductos eficientemente, por lo que a tu cuerpo no le queda más que eliminarlos por el sudor.
La solución: Ingerir más carbohidratos antes y durante el ejercicio.
- Hambre y antojos durante el entrenamiento
Cuando el cuerpo es sometido al estrés aumentan sus niveles de adrenalina y esta a su vez deprime el centro del hambre (Ej. Nadie podría pensar en comer mientras te persigue un oso). Con que, si mientras se enfrenta un fuerte estrés por un entrenamiento o competencia, y aún así tus niveles de adrenalina elevados no logran deprimir tu centro del hambre (Ej. Solo piensas en una suculenta hamburguesa) significa que tu estanque está “súper bajo de gasolina”.
La solución: Debes consumir más hidratos de carbono previamente (estoqueo) o durante el entrenamiento-competencia.
- Debilidad, mareos, irritabilidad y sudor excesivo
Son signos de hipoglicemia (bajos niveles de azúcar en la sangre).
La solución: Comer de 30 a 75 minutos antes del entrenamiento. No consumir comidas con alto índice glicémico como azúcares refinados 20 minutos antes de entrenar. Si bien te darán un subidón de energía, liberará mucha insulina y al rato tendrás un bajón de glucosa en la sangre.
- Sed insaciable
Si tomas y tomas agua y no se te pasa la sed ¡cuidado! Son signos de falta de sales minerales (sodio, potasio, magnesio entre otras). Si sigues bebiendo agua, sólo conseguirás que tus pocas sales se diluyan más, y te dará hiponatremia, y si es severa resulta potencialmente mortal.
Solución: No bebas agua, bebe isotónicos. Ingerir pastillas de sal es una mejor alternativa.
- Ganas de vomitar (sin presentar dolor abdominal)
Ante esfuerzos anaeróbicos extremos se producen elevados niveles de ácido láctico. El ácido láctico se descompone en lactato e iones hidrógenos. Son estos iones los que acidifican la sangre. El cuerpo ante la imposibilidad de eliminar estos ácidos los vierte al estómago en un intento de deshacerse de ellos. Y mucho ácido estomacal significa una cosa: Ganas de vomitar.
- Calambres estomacales
Se producen por una concentración excesiva de carbohidratos en el estómago.
La solución: Al ingerir cantidades adecuadas de geles energéticos y siempre acompañarlos con agua para diluirlos.
- Molestias intestinales
Es por el mismo motivo anterior, ante exceso de hidratos de carbono durante el ejercicio intenso, el cuerpo no puede absorberlos para procesarlos.
La solución es ingerir carbohidratos junto con agua para diluirlos, le daremos facilidades al intestino para que los absorba.
- Rechazo de alimentos dulces
Si estás en un entrenamiento largo o maratón y tienes la necesidad de alimento, y aún así rechazas un gel o dulces. Pero se te antoja algo salado, entonces estás con déficit de sodio. La solución es obvia: Ingiere sal, ya sea como pastillas o ten a mano un gel salado (sí, existen geles salados con sabores interesantes, ej. Tomate, Melón con sal). Los ciclistas y traileros comen hasta panes con pollo o jamón y queso sin problema cuando lo requieren.
Traducción y adaptación de Adrián Rodríguez del artículo de Dr. Alex Harrison para Triathlete
Miércoles 2 de diciembre de 2020