Después del Ironman de los Cabos en marzo, decidí darme un recreo del triatlón, y sin darme mucha cuenta, este recreo me desvió a las carreras de cerro.
Como humorada partí inscribiéndome en la del Cerro El Roble y a pesar de sentir que me iba a morir corriendo de subida todo el rato, el contacto con la naturaleza, lejos de bocinazos y semáforos hicieron de inmediato una gran diferencia.
Para esta fecha que se realizó en el Parque Nacional La Campana, podría decir que sigo siendo una principiante en el tema, pero con hartas horas más de cerro… así que esperaba sentirme un poco más cómoda.
La organización del evento como siempre muy buena y el lugar precioso. La vegetación y las vistas durante el recorrido por si solas un premio…
La carrera esta vez fue por camino, así que el avance fue fluido sin atochamientos. La meta 1 (mi meta por catetogía 45-50) estaba en los 4,6 km y mi idea era correr exigida hasta ahí y después seguir paseando. En eso iba, a punto de caminar un rato, ya en el kilómetro 8, cuando de la moto de la organización me dicen que voy muy bien… tercera! Se me olvidó el paseo y traté de mantener, pero de tercera pasé a cuarta y después a quinta de la general.
Arriba, la Meta 2 era una fiesta. Cada corredor cumple su hazaña y disfruta un rato de mirar desde lo alto. Los amigos se esperan, todos se felicitan y comentan. La bajada fue por senderos y muy conversada con el grupo que andábamos.
En resumen, una jornada perfecta donde hay espacio para todos y cada uno a su ritmo. Niños, jóvenes, no tan jóvenes, muy entrenados o sólo entusiastas, compartiendo el deporte y gozando de la naturaleza.
Volví a Santiago feliz con el primer lugar en mi categoría y con la mente puesta en futuras metas.
Marcela Urrutia
Fecha de la Carrera: Sábado 31 de Agosto de 2013
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