Veníamos en el auto con las pilas cargadas, después de habernos preparado todo el día para la carrera. Veníamos ansiosos, listos para correr y dejarlo todo en las calles. Al llegar al lugar nos encontramos con el resto del grupo cerca del escenario de la partida, donde se sentía el ambiente pre-carrera… la música retumbaba en los parlantes y la gente se movía al ritmo de ella calentando los músculos para los 9 kilómetros que nos esperaban.
Nosotros como grupo intentamos hacer un breve calentamiento por las calles, pero la euforia no nos permitió más que bailar, reírnos mucho y animarnos mutuamente, especialmente a los que correrían por primera vez.
Al llegar al encajonamiento, no tenía claro si quería hacer de esta carrera un par de kilómetros de “happy running” o si quería darlo todo y testear mis límites. No obstante, el ambiente, la música y la gente me hicieron decidir rápidamente que quería disfrutarla al máximo y poner a prueba mi cuerpo.
Partió la carrera y, junto con 2 amigas más, decidimos que daríamos nuestro 100%. Logramos separarnos rápidamente de la masa y agarramos un excelente ritmo. Al par de kilómetros, enfrentamos una leve subida. Mientras corría, uno de los corredores en silla de ruedas volaba a mi lado… me inspiró muchísimo su energía y determinación. Poco después, nos metimos por una calle oscura, donde las linternas que llevábamos en nuestras frentes nos guiaban el camino. Los siguientes kilómetros se caracterizaron por mucho apoyo entre nosotras, dándonos ánimo constantemente. Una vez dentro de Ciudad Empresarial aumentamos la velocidad y al ver el cartel de “Km 8: ya no queda nada”, apretamos el acelerador hasta llegar a la meta!
Dentro de todo fue un circuito bastante rápido, con una mezcla de bajadas y subidas levemente exigentes, pero nada extremadamente fuerte. Además, la temperatura estaba perfecta para correr y el circuito estaba bien señalizado. Creo que lo que más disfruté fue la mística de que fuera una carrera nocturna: la imagen de las miles de linternas en la oscuridad corriendo a través de la Ciudad Empresarial apagada fue genial. Además, después de la carrera, se armó un ambiente de fiesta donde todos olvidaron el cansancio muscular y bailaban disfrutando de la compañía de otros locos que también eligieron pasar un sábado en la noche corriendo en la oscuridad.
Para ver todas las fotos de la Corrida Brooks, aquí Álbum 1 – Álbum 2
Constanza Campos Escobar
Fecha de la Carrera: Sábado 31 de Agosto de 2013
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