Estaba nerviosa, reconozco un poco de miedo, pero también muy ansiosa. Correría mis primeros 21 km, y no podía dejar de darle la importancia que merecía. Puerto Varas fue el lugar para mi debut, llevo corriendo un poco más de un año, pero jamás había hecho tantos kilometros. La invitación llegó y la motivación del paisaje sureño hicieron que fuese imposible decir que no.
Así que decidí tomar el desafío en compañía de la Trini, quien entrena conmigo junto a Nike, y partimos a Puerto Varas. El apoyo moral de la partner es importante y juntas nos dábamos ánimo antes de que llegara el día. De verdad si hubiese ido sola no habría sido igual, la motivación era mutua y teníamos el apoyo de nuestro entrenador, Luis Montenegro, a la distancia, quien nos daba los tips y consejos antes de la carrera.
Fue inevitable recibir comentarios sobre lo que serían los 21 km, pero yo sólo tenía en mente cumplir MI meta… lograr el recorrido. Nuestro entrenador confiaba en que lo lograría y con eso bastaba… aunque muchos me dijeron «es una maratón dura», «¿Vas a correr los 21 km de Puerto Varas? Es mucho»…, y así diferentes opiniones que claramente no incentivaban, pero también escuché experiencias positivas como las de la actriz Pepa Bello: «Es increíble, el paisaje es el mejor incentivo, disfruta la carrera que nadie te apura». Tomé todos los comentarios, los metí a una juguera y saqué una conclusión… obtener mi propia versión y tratar de hacerlo lo mejor posible.
La ciudad es increíble, el clima estaba como si lo hubiésemos pedido, un Sol maravilloso, la mejor vista de todas, el aire y la temperatura perfectos… realmente alucinante.
El domingo partimos temprano a Puerto Pescado para la salida y lo único que quería era empezar, estaba ansiosa y con ganas de correr. Cuando dieron el vamos me quedé atrás como suelo hacer siguiendo el consejo que me dio la Trini la primera vez que corrimos juntas. A mi ritmo comencé a correr y también comenzaron las subidas, pero al llegar a las pequeñas cimas, venía una bajada para recuperar. No me di ni cuenta cuando ya estaba en el kilómetro 8 ó 9, la gente a los costados de la carretera te gritaba y daba ánimo sin importar si eras tú, el primo o la amiga que corría los 21 km. Pasaron los 10, 13, el tiempo pasaba y no recuerdo que era lo que pensaba mientras corría, sólo sabía que tenía que llegar. Y así disfrutando de la vista y el clima exquisito llegué a los 17 km, quedaban 4 y ahí sólo quería llegar, sin embargo, aún quedaba.
El último tramo se volvió algo más pesado, pero no por cansancio, sino porque los kilómetros del final eran más planos, por lo que se hacían un poco eternos psicológicamente, pero nada que un buen “playlist” preparado para la ocasión no hiciera más agradable.
La motivación de los espectadores y, por supuesto, de los corredores se impregna rápidamente, se contagia y esa energía se usa a tu favor. Superé mis propias expectativas y como me dijeron muchos… Puerto Varas fue el mejor debut que podría haber elegido para mis primeros 21 km. Experiencia que repetiría de nuevo, más aún si es en un lugar como ese. Correr con esa vista es impagable!
Agradecer también a la Caja Los Andes por el tremendo evento que hicieron en Puerto Varas… ojalá lo repitan!
Fecha de la Carrera: Domingo 25 de Agosto de 2013
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