Runner atípico porque sus inicios fueron después de los 50 años, Mario Vargas con su actuales 65 años, es un ejemplo de lo que el running produce en las personas: Consiguió 1 medalla de oro (21km) y dos de plata (5.000 y 10.000 metros) en el último Mundial de Atletismo Master, fue el más rápido en su categoría en el último Maratón de Nueva York y el mejor chileno en la competencia con sus 2:54:25. Ahora ya piensa en obtener oros en todas las distancias del próximo Mudial de Atletismo Master (5.000, 10.000 y 21 km), nuevos récords en las próximas maratones y disfrutar a concho esta, su mejor etapa de la vida.
¿Que gatilló que comenzaras con el running?
El detonante fue cumplir 50. Dicen que los cambios de décadas siempre están marcados por cambios que se producen en tu vida. Probablemente los 30 y 40 me pillaron en un vértigo de vida que a los 50 ya comenzaron a cerrarse. Entonces empecé a liberarme de ciertos compromisos, dejé de trabajar y se crearon espacios para las cosas que a mí me gustan hacer, entre ellos el running.
Ahora tu tienes 65 años, estas dedicado full al running?
Sí y en la parte afectiva me acompaña mi señora, quien no corre porque tuvo una lesión, pero volverá a las pistas. Cuando viajo me acompaña mi hijo, porque él vive en Canadá donde estuve los últimos tres años compitiendo allá. Después de regreso a Santiago, también me acompaña mi hija, y bueno, los infaltables amigos de Santiago Runners.
Tu club es Santiago Runners, el cuál es el más tradicional, ¿qué significa ser parte de él?
Para mí ha sido muy importante en muchos aspectos, porque no solamente he progresado como atleta, sino como persona integral en un ambiente grupal. Cuando yo dejé de trabajar y me fui a vivir a Pucón, no tenía amigos y entrenaba solo, es por eso que necesitaba el soporte de otras personas, de un grupo, desarrollar el sentido de pertenencia y eso lo desarrollé en Santiago Runners, donde llegué siendo un desconocido y he encontrado a mis grandes amigos.
A los 50 cambiaste de folio y entraste al running, ¿cómo te diste cuenta que eras bueno?
Es que al comienzo no era bueno y el camino fue largo para serlo. Partí corriendo esas corridas Líder de 5 kilómetros, luego pasé a otra de 11 y después violentamente corrí mi primer Maratón de Santiago el 2001, donde comencé corriendo los 11, luego me pasé a los 22 y terminé corriendo los 42 km en 4 horas 40 minutos, eso sí terminé en la urgencia de una clínica y con una deshidratación severa. Y no me gustó para nada, pero me preocupé que lo terminara tan mal, entonces intenté por otras 10 maratones y me pasaba lo mismo, claro, yo entrenando a la pinta mía. Hasta que finalmente tomé un entrenador y comencé a aplicar mucha más técnica y terminándolas en 3h40m. Ahí hice algo que no debe hacerse donde se produce el quiebre: Corrí tres maratones en 4 meses, primero la de Puerto Varas en 3h25m, después la de Rosario en 3h15m y cerré con la de Buenos Aires en 2h58m, esto fue el año 2007 ó 2008.
¿Y ahí dijiste, aquí hay pasta?
Lo que pasa es que siempre admiré la trayectoria y los logros de María Luisa Rivas, ella fue como mi modelo. A mi me llamaba la atención que fuera campeona del mundo y pensaba, me gustaría llegar eso.
Pero en definitiva llegaste a eso, en el último mundial master fuiste segundo en 5.000 y 10.000 metros y campeón de mundo en 21km, además que ganaste tu categoría en Nueva York, convirtiéndote en uno de los 4 chilenos en hacerlo.
Yo lo conseguí en el mundial anterior, el 2013 y de ahí para adelante empecé a notar una base de la cual no estaba consciente, que era un deportista altamente competitivo, donde siempre a la carrera que me presento quiero ganar y se me ha venido dando desde el 2011, excepto las del mundial.
Pero en los 5 y 10 mil son carreras difíciles para un maratonista, son carreras difíciles porque he desarrollado resistencia, pero me estoy acercando. Porque en el mundial de Brasil salí tercero y en la anterior salí segundo. Por eso espero en la próxima ya pegar el zarpazo y lograr los tres oros.
¿Qué es más gratificante, ganar la categoría en Nueva York o obtener el oro en los 21 kilómetros del Mundial?
El oro, porque nadie lo comparte, porque todos dicen que ganar Nueva York es la más famosa, pero para mí como objetivo y más difícil incluso era el Mundial y no tanto Nueva York. Es más este último pensaba que yo lo iba a ganar, porque se ganaba con 3h12m y yo estaba corriendo en 2h50m en mi categoría. En cambio en el mundial no po, siempre es incierto.
¿Cuáles son tus próximos objetivos?
Bajar las 2h50m en maratón, que creo lo puedo conseguir el 2016 en Viña o en Rosario porque no es una maratón multitudinaria y tampoco porque está en altura y tiene buena temperatura. Voy a ir a buscar mi récord y lo voy a conseguir.
Además tienes un doble mérito, porque los corredores después de los 50 años tratan de mantener las marcas y tú estás en lo contrario, tratando de mejorarlas y vas a cumplir 66 ¿Cómo se logra mantener vivo ese deseo de mejorar cuando el reloj biológico sigue su camino?
Me encantó la pregunta porque la verdad es que es así. Hace muchos años es que mis pares me dicen que parara porque iba en bajada. Estuve pegado como tres años en las 2h55m hasta que cambié entrenador y comencé a trabajar con Roberto Niedmann, quien metió más volumen en mi entrenamiento y ahí apunté en bajar a las 2h50m. Luego, a los 62 años tuve un tumor en la columna donde casi muero, algo muy grave y después de eso mi opción en el mejor de los casos caminar normal. Pero como soy porfiado, a los 10 meses corrí mi primer maratón en tres horas, donde la gané. Ahí me di cuenta que estaba bien y que iba a poder.
Empecé a buscar bajar de las 2h50m, hasta que conseguí a los 64 años mi récord de bajar de 2h52m a 2h50m, en Vancouver. Y lo intenté en Viña el año pasado y ahí tuvo que haber sido, pero tuve la mala suerte en el kilómetro 37 que me contracturé el tendón de Aquiles del pie de derecho y yo corriendo a 4 por mil, así que crucé la meta en 2h50m32s y ahí estuvieron los 32 segundos. Pero con el mismo convencimiento cae este año o el 2017. Pero yo tengo la teoría que si bien a medida que pasan los años el cuerpo pierde masa muscular, con un buen entrenamiento vas compensando, sumado a la importancia que tiene la motivación para realizar todo esto. Uno tiene que creerse el cuento. Yo parto de la base que voy a bajar mis tiempos. Primero hay que creérsela y eso da la seguridad necesaria para que la edad no sea tema.
¿Hasta que edad te imaginas siendo sub 3 en maratón?
Puedo asegurar que tengo el convencimiento que mientras el físico me aguante seguiré siendo sub 3 horas. Es lo que me mantiene y me hace entrenar fuerte y me hace ir a buscar mis objetivos, siempre en la misma idea. Y no bajo las tres horas, todavía estoy buscando récords.
¿Qué sientes tener pares tuyos que te admiren por tu rendimiento?
No tenía idea porque no es una cosa que me maree. Yo vengo de Pucón, corro, compito y me devuelvo. Ahora sí, me di cuenta que causé más revuelo por el triunfo de Nueva York. Pero para mí no fue lo mejor, porque no fue un tiempazo y dentro de lo que presupuestaba.
¿Cuánto corres a la semana?
¿En qué semana? En la más alta 140 km, y una más floja, pero dependiendo de la fase del entrenamiento, sería nunca menos de 80 km semanales. Entreno de 10 a 12 y media de la mañana, y después tengo la fase de inicio de musculación dos días a la semana.
¿Cuántas maratones tienes en el cuerpo?
26
¿Y cuál es la que recuerdas con más cariño?
No es un maratón, sino que fue la primera medalla de oro en 21 kilómetros en el mundial de Puerto Alegre el 2013. Pero un maratón muy especial para mí fue en el mundial de Sacramento en California, donde hasta el km 30 iba en primer lugar y tuve problemas con el tumor que no sabía que tenía y terminé tercero. Y la recuerdo porque corrí y estuve en riesgo de haber muerto.
¿Qué significa en tu vida el running?
Hoy el running es parte importante de mi vida. Siempre cuando miro hacia atrás y hago un balance, llegó la conclusión que la mejor parte de mi vida ha sido de los 50 años hacia adelante, donde he visto los resultados por los que me he esforzado y que me han llenado de motivaciones y me permiten mirar hacia adelante. Al contrario de muchas personas que pueden tener mi edad y vivir de los recuerdos. Yo no, miro hacia adelante, lo que me hace muy bien, y siempre estoy planificando. Yo estoy en una dualidad entre maratonista y pistero y por esta última, en octubre voy a ir al mundial a sacarme la espina de los tres oros. Y el 2017 voy a ir a tratar de ganar el maratón de Boston, mientras que el 2018 espero conseguir la victoria en el Mundial de Málaga, donde el récord es 2h45m, una locura.
¿Cómo convencerías a alguien para que entre al running?
Primero, habría que ver qué actividad hace. Para un estresado, está difícil. Pero si tiene ritmos normales y puede combinar actividades, al empezar a correr se consiguen una serie de beneficios que si se toma el gusto, se conservar. Pero el running no es para ponerse en forma para el verano, pero la verdad es que hay que dar el paso, más allá que cuánto te gusta, dura para toda la vida.
¿Se disfruta un maratón cuándo se corre a tope?
No, no se disfruta, porque vas muy concentrado. Uno no ve ni escucha nada más que la carrera. Es un trance y es la forma para defenderme de la presión de los últimos 8 kilómetros. Sólo se disfruta al llegar a la meta y probablemente viene una euforia controlada y una alegría que perdura en el tiempo.
Muchas gracias por tu tiempo Mario y que sigan los récords, los oros y los éxitos.
Entrevista realizada en noviembre de 2015